Desayunar pescado es algo que nunca creí hacer. Es algo que no solamente me parecía extraño cuando era niña, sino que hasta repulsión me causaba y dado que nadie en mi familia lo acostumbraba, pues simplemente eran ofertas que pasaban de largo. Luego, un día fui a uno de esos ‘brunch’ pomposos para un festejo y supongo que ya había yo crecido; me había vuelto adulto. No lo puedo explicar, simple y llanamente me atrajo la charola de salmón a las 10:30 de la mañana. La forma en que lo sirvieron en ese restaurante fue bastante tradicional, nada creativo ni mucho menos, sin embargo, en mi cabeza comenzó a funcionar la idea. Con los años y las manías adquiridas comencé a experimentar prepararlo en casa, hasta que un día se volvió parte de los menús de desayuno de fin de semana, como entrada al medio día e inclusive de merienda ligera durante el verano. Simple y delicioso. Espero lo disfrutes.
Utensilios
- Exprimidor de limón
Ingredientes
- 200 g salmón ahumado (salvaje preferentemente)
- ½ cebolla finamente picada
- ½ manojo cebollín finamente picado
- 3 ramitas eneldo fresco picado
- 1 chorrito Aceite de oliva o uva
- Jugo de 1 limón amarillo
- Sal y pimienta
- 6-8 Galletas tipo Ryvita o Wasa (o pan tostado)
- 100 g Queso crema
- ½ aguacate, opcional
Preparación
- En un platón se dispone el salmón previamente cortado en rebanadas finas en una sola capa y se espolvorea con la cebolla finamente picada, el cebollín finamente picado y un poco del eneldo.
- Se añade el jugo de limón amarillo y un poco de aceite de oliva, sin embargo, si el sabor del aceite de oliva te parece muy fuerte, puedes intentar con un poco de aceite de uva.
- Se sazona con un poco de sal y pimienta y se deja marinar unos 5 minutos.
- Ya en la mesa, se come acompañado o sobre galletas tipo Ryvita o Wasa o pan tostado untadas de queso crema.
- A veces, complemento con un poco de aguacate.