El texto de hoy no es completamente mío. Lo trabajé en equipo con una compañera del máster. No obstante, esta última versión es más mía, más a mi estilo, y aunque conserva mucho de lo que trabajé con Ana, me apropié más del texto.
El helado durante un paseo por el parque puede ser una imagen de domingo cualquiera. Cierro los ojos por un momento y recuerdo aquel primer novio que tuve de adolescente y con el que iba cada tarde de viernes a la fuentes de soda que ha retomado popularidad de la colonia Condesa en la Ciudad de México.
Ir a estos sitios y comer helados 100% artesanales cuando mis abuelos eran jóvenes era muy común. Los congeladores en las casas no eran tan comunes como ahora. Ésto hace que el disfrute de un helado, aunque no siempre artesanal, sea posible prácticamente en cualquier momento. Para Ana y para mí, servir un helado en casa marida perfecto con una buena serie de Netflix al televisor.
Del empaque que permitió llevar el helado a casa
El helado data de hace más de 4 mil años, pero el empaque de cartón data de hace unos 90. Según los expertos en la ciencia del helado, originalmente se utilizaban envases cuadrados porque facilitaban empacar el producto en forma de cubo. Luego, en la década de los 90 se volvieron más populares las tinas cilíndricas facilitando así a los consumidores sacar las refrescantes cucharadas. Actualmente se consiguen ambos empaques. Cada marca decide el material de su preferencia.
Sin embargo, la forma del contenedor de helado en la actualidad ha evolucionado nuevamente. Es algo que los mercadólogos del helado llaman , sqround. Yo digo que no es ni redondo ni cuadrado, sino todo lo contrario. Y si bien, el material es cartón principalmente, éste tiene una especie de encerado que le brinda resistencia a la humedad.
Asimismo, no olvidemos el tema de la sostenibilidad y cómo ha impulsado a los fabricantes a replantearse los materiales utilizados en sus envases. Por ejemplo, Ben & Jerry ‘s afirma estar utilizando un 40% menos de plástico, lo que hace las tinas más reciclables. Otras empresas, como Haagen Dazs, están proyectando que para el 2025 sus envases sean 100% reciclables o reutilizables.
De cómo disfrutar el helado en casa
Existe un sin fin de maneras para comerse un helado en casa. Algunas incluso reflejan rituales y manías personales. Por ejemplo, los helados se pueden “pimpear” con una variedad de ingredientes como: granola, frutas, galletas, chispas de chocolate, frutos secos, salsas dulces o licores. Pueden sacarse en forma de bolas y servirse en los tradicionales conos de galleta o waffle, en una copa de cristal o en un pequeño tazón de plástico, dependiendo de la ocasión y de la edad del consumidor. Algunos incluso prefieren disfrutarlos directamente del envase con una cucharilla de metal.
El ranking personal en sabores y marcas
Algunos clasifican a la vainilla como el sabor más popular del 2021, mientras que otros el de chocolate. Yo me quedo con el de vainilla como el gran ganador, pero otros sabores de los que no me pierdo son: Chocolate (belga), Matcha, sorbete de limón verde y sorbete de frutos rojos.
Y si de marcas hablamos, pues muchos opinan que entre los más vendidos está Ben & Jerry’s, Haagen Dazs, Baskin Robins y las paletas Magnum. Yo, dado que cuando busco un helado me fijo en la cantidad de azúcar que tiene, el que con más frecuencia y gusto compro es el Smart Carb de Bryers.