Desde que llegué a este país y supe que tenían un salón dedicado a la agricultura y además que éste era el más popular para la clase política, entendí parte de la esencia de sus ciudadanos. Aquí, el productor de víveres tiene un lugar especial en el espíritu de la comunidad. Sabía que era grande, que era muy popular entre la población, y hasta que traían vacas y caballos. Sin embargo, fue totalmente distinto llegar al ya bien conocido centro de exposiciones de la Porte de Versailles, y encontrarme con un público literalmente de todas las edades asistir desde tempranas horas de la mañana para visitar una expo 100% dedicada a la agricultura, a los productores regionales, a las joyas que vienen de lejos; a las benevolencias de la tierra.
Después de reunirme con mi amiga y tomarnos una taza de café con un bocadito dulce de esos particularmente deliciosos que se antojan en una fría mañana parisina, así como de una plática más larga de lo que esperábamos, emprendimos camino. Llegamos y ya nos esperaba nuestra puntual compañera teutona que llevaba ya un rato paseándose por el pabellón internacional. Miramos y probamos de todo, desde fondue y salchichones, hasta mantequilla y pesto de trufa. Había vainilla de Madagascar, couscous y baklawa, paella y hasta una cantina que pretendía parecer venir de Viejo Oeste Estadounidense. Vimos caballos, vacas, pollos, conejos, qué sé yo…
La verdad es que no terminamos, pero el tiempo y el cansancio nos alcanzó. Al final, en búsqueda de mirar los exóticos rones con denominaciones VSOP y sus tres destilaciones, también nos bebimos el mejor café que pudimos encontrar. Deseábamos volver, pero entre la falta de tiempo y los ríos de gente que se paseaban por la exhibición resultaba impensable aspirar a ello. Con seguridad podría regresar en el futuro si se presenta la oportunidad, aunque aquí entre nós, no estoy segura de estar de acuerdo con que tengan a los animales 2 semanas en este lugar… me reservo mis opiniones, en serio, pues a lo mejor podría ser suficiente con mostrar los productos ¿o no?