Cuando terminé la educación primaria hubo misa y fiesta con banquete y mariachis. De ese festejo que recuerdo bastante bien, lo único que se me quedó en la mente del comilón fue el primer tiempo, una crema de nuez. Y bueno, como por ahí dicen que hasta el 40 de mayo no te quites el sayo, pues después de salir al jardín y sentirnos en pleno verano, la temperatura vuelve a bajar y parece ésto pleno inicio de primavera con temperaturas de apenas 10 ó 15 grados centígrados. Obviamente, en la búsqueda de usar los ingredientes al máximo y salir lo menos posible de casa durante el confinamiento, me dispuse a tratar de imitar ese velouté, pero saltándome el uso de la harina que normalmente se le pone a este tipo de sopa cremosa.
He aquí lo que hice:
Utensilios
- Sartén mediano
Ingredientes
- 185 g nuez pecana
- 30 g mantequilla sin sal
- ½ cebolla , finamente picada
- 2 ramas apio , finamente picado
- 1 diente ajo, finamente picado
- 45 g queso crema
- 500 ml leche semi-descremada
- 500 ml caldo de pollo
- Sal y pimienta blanca preferentemente
Preparación
- Tuesta las nueces. Yo normalmente lo hago en una sartén o en el horno si lo tengo encendido. Esto debe tomarte pocos minutos.
- En una olla derrite la mantequilla y suda la cebolla y el apio. No olvides añadir una pizca de sal.
- Cuando la cebolla esté traslúcida, añade el ajo y prácticamente de inmediato añade el queso crema y la leche. Deja que brote el hervor y añade el caldo de pollo.
- Mezcla bien y viértelo en la licuadora junto con las nueces tostadas.
- Muele todo con mucho cuidado, pues el líquido está caliente.
- Regresa todo de vuelta a la olla y deja que brote el hervor. Sazona con sal y pimienta blanca.