¿Quieres ver los mejores coches del mundo? Visita el Mundial del Automóvil de París

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Si algo aprendí de lo que gusta y apasiona a mi papá, tengo que decir que son los autos clásicos y el automovilismo de velocidad. Éste último es a lo mejor un poco más difícil de compartir con él al tratarse generalmente de una aventura “para los hombres” solamente, pues por lo general, las chicas que se aparecen por tal clase de eventos son las modelos y edecanes. Sin embargo, en las exposiciones de autos clásicos es más factible participar. En mi caso en particular mi participación radicaba más bien en siempre ayudarle a buscar las piezas para la restauración de alguna carcacha que se pretendía fuera más que eso, una carcacha.

Así, algo aprendí a pesar de que aún me parece que el clásico no ha quedado tras muchos varios años de trabajo, pues siempre hay ‘algún detallito’ pendiente por atender. Pero afortunadamente también se puede disfrutar de los adelantos tecnológicos en la industria automotriz, y qué mejor lugar para ver el último grito de la moda que París, pero ahora estoy hablando de las tendencias sobre cuatro ruedas, sobre los últimos modelos y sobre los conceptos que las marcas están desarrollando como posibilidades para el futuro. No recuerdo cuándo fue la primera vez que escuché hablar del famoso Auto Show de París, mejor conocido en estas tierras como el Mundial del Automóvil pero no puedo negar que cuando vi que se realizaría en el centro de exposiciones de la Puerta de Versalles en el otoño de 2012, ni lenta ni perezosa promoví el paseo.

Entramos y muy duchos, según nosotros, comenzamos a recorrer los stands de los fabricantes que venían de las distintas latitudes del planeta ansiosos por compartir con público aficionado y los profesionales de la industria lo que traían para nosotros. No puedo negar que encontré marcas que nunca había visto como los checos de Skoda, y que la exposición incluyó no solamente automóviles sino también servicios alrededor de la industria como aseguradores locales y publicaciones para aficionados y coleccionistas, solo por mencionar a algunos. Honestamente, nunca habría sido capaz de imaginar en mi mente el tamaño del evento y la cantidad de autos que podría haber bajo un mismo techo. Creo que la última vez que asistí a un evento similar era de menos de la mitad en su tamaño y en su majestuosidad, y fue aquí cuando entendí por qué lo catalogaban como el evento más importante de la industria y la razón por la que se realiza cada dos años. La verdad es que tras haber caminado todo un día decidimos irnos a casa y dejar lo que nos había faltado para una segunda visita. Lastimosamente, a pesar de que volvimos a al fin de semana siguiente, el parque de exposiciones estaba abarrotado y nos fue imposible terminar de disfrutar del evento; terminamos engentados y hasta atolondrados, aunque estábamos también extasiados de haber podido disfrutar de tal experiencia. Para mí, por lo menos, creo que fue uno de esos sueños que no me había siquiera imaginado o atrevido a tener, pues sonaba increíblemente alejado a mi realidad.

Lo mejor del caso y para nuestro beneplácito, la experiencia, con una mejor organización e incluso con conocimiento del desenvolvimiento del evento, pudimos repetirla este 2014. No cabe duda que hay eventos que si tiene uno oportunidad de vivir hay que aprovecharlos cuántas veces sean posibles, pues se volverán inolvidables, aún cuando uno no sea un gran fanático de la industria automotriz, a todos nos gusta ver lo que podríamos adquirir y conocer lo que seguramente siempre estará fuera de nuestro alcance.

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