El verano ya llegó al norte del ecuador. Con él también lo hacen los turistas del mundo que caen en la Ciudad Luz cuales colonias de hormigas que inundan las calles parisinas, sus monumentos históricos y museos, sin embargo, los oriundos de estas tierras si de algo son famosos es de tener cara larga y NO hablar inglés. Y justo es de esto último de lo que hoy quiero hablar hoy, pues de hecho la Cámara de Comercio e Industria de París acaba de lanzar su campaña “Do you speak Touriste ?“, una iniciativa para promover servicios más ad hoc para los visitantes a la ciudad durante este verano ya en su apogeo -clima incluido.
Hace ya más de diez años visité por primera vez estas tierras y recuerdo bien que ninguna persona me habló en inglés, durante mi corta estancia; tuve que desenvolverme y sobrevivir en mi bastante deficiente francés que tenía en aquél entonces. Así, con el paso del tiempo debo decir que mis amigos galos han mejorado mucho -y no es porque yo me sienta una autoridad en la lengua ni mucho menos- pero aunque su acento gutural es notorio de la misma manera que a todo mexicano se nos nota el nopal cuando llegamos a cualquier sitio y nos podemos identificar a la distancia, me parece importante destacar que la educación del francés en tema de dominio de idiomas ha tenido un importante progreso. Contrario a la creencia latinoamericana de que todos los europeos son multilingües, mi primera impresión fue de todo lo contrario y aunque resalto que los descendientes de Napoleón han dado pasos agigantados en este tenor, aún no es suficiente, de hecho están lejos de estar al nivel de los escandinavos, y para muestra el debate que hay actualmente sobre la inclusión de clases en inglés en las facultades.
Sobre ello, en alguna plática expresé mi opinión y me respondieron muy tajantemente que los jóvenes ya reciben clases en inglés en las escuelas de comercio. Honestamente, no me he metido mucho en el tema ni me he documentado totalmente al respecto, pero sí tengo mi opinión sobre la educación bilingüe nada más y nada menos porque tuve la fortuna de tenerla. Pueden haber muchas cosas que no haya yo aprendido en la edad escolar y que no me hayan gustado de la forma en que mis padres me educaron, pero si hay algo que siempre disfruté y agradeceré fue no tener problemas para comunicarme con amigos y familiares de otras latitudes gracias a que no solamente hablaba español.
Ahora bien, desde mi perspectiva y aún pobre conocimiento del sistema de educación pública en este país, el bilingüismo no es parte del programa. Inclusive, no hace mucho una conocida quien es maestra de escuela me comentó que ella misma sin tener dominio del idioma ha dado clases de inglés a sus alumnos que apenas comienzan la primaria. Pregunto yo entonces ¿cómo aspiran a dominar algo que aprenden de quienes ni siquiera se sienten competentes en el tema?
El francés ya no se enseña tanto como antes y el número de hablantes disminuye a pasos agigantados. Es cierto, mucho se debe a que este país ya no es la potencia que fue en siglos anteriores y noto que a los padres de las generaciones que están comenzando la edad escolar ya están procurando sean bilingües desde la edad más temprana posible. Es momento de que las generaciones intermedias hagan lo propio y dejen de ser solo un puñado los que puedan aspirar a ser vistos internacionalmente. Es necesario que el país completo se vuelva consciente de cuánto pueden crecer y ganar si hablan inglés y entonces sí poderse jactar de hablar el idioma del turista.