Encontrar chayotes en el mercado francés produjo una emoción en mi corazón similar a la de un niño pequeño cuando le entregan su peluche preferido, ese con el que duerme. A muchos podrá parecerles sin chiste, pero mi mamá los preparaba según esta receta y yo me lambía los bigotes cada vez que me los servían. Para mi éste es el auténtico sabor de hogar. Espero los disfrutes, pues esta preparación es de las que definían la cocina de mi infancia.
Porciones: 4
Utensilios
- Tabla de picar
- Cuchillo de chef
- Olla mediana
- Tazón mediano
- Cuchara
- Pyrex o plato para horno
- Rallador de queso
Ingredientes
- 2 chayotes
- 100 g jamón picado en cuadritos pequeños
- 200 g queso rallado , (en esta ocasión Emmental)
- 15 g mantequilla
- Sal y pimienta para sazonar
- 60 g crema espesa
Preparación
- Cuece los chayotes a fuego medio en agua con sal hirviendo. Una vez cocido y a temperatura ambiente, córtalos por la mitad (a lo largo), quita la semilla con la ayuda de una cuchara y saca la pulpa tratando de no dañar el chayote, pues habrá que volverlos a rellenar.
- En un tazón por separado tritura la pulpa del chayote y mézclala con los cuadritos de jamón, la mantequilla derretida, la crema espesa y sazona con sal y pimienta.
- Luego, en un pyrex o plato para horno, distribuye las mitades de chayote, sazónalas y rellena de nuevo con la mezcla del tazón. Espolvorea con el queso rallado y hornea por unos 10 minutos para calentar los chayotes y gratinar el queso. En casa, mamá los servía como guarnición del platillo principal.
Notas
Horno precalentado a 180 °C
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