Recién desempacada en la capital de los Estados Unidos hace ya poco más de cuatro años, Guillermo tuvo que salir de viaje. Cabe mencionar que literalmente yo tenía aquí escasamente una semana; él ya llevaba aquí cerca del mes. No obstante, un amigo a quien por azares del destino se encontró en el avión que marcó su mudanza a este país, ofreció velar por mi bienestar ese primer fin de semana, por lo que él y su esposa me fueron a buscar al apartamento que rentábamos en Airbnb entretanto llegaban nuestras pertenencias y gustosos me llevaron a comer. Ellos sabían que mi área de mayor interés era la comida, así que propusieron llevarme a comer el platillo más emblemático del estado en el que habría yo de instalar mi residencia: Maryland Crab Cakes.
De mis años en la Ciudad de México recuerdo que los íbamos a comer muy esporádicamente a un restaurante cuya especialidad era el cangrejo y era nuestro primer tiempo, sin embargo, aunque ricos, no los recuerdo con especial afecto. Ese día, tras la publicidad hecha al platillo, me animé a pedirlos como mi plato del día. Nuevamente los consideré buenos, pero no dejaban una huella indeleble en mi corazón, sin embargo, me dio curiosidad educarme sobre ellos y aprender por qué la popularidad.
El tema, evidentemente lo olvidé al poco tiempo, pero cuando llegó la temporada de cangrejo al año siguiente y con ella, la emoción de todos, la curiosidad volvió. Aprendí que en efecto, aquí cerquita, en la ciudad de Baltimore, hay un sitio que se jacta de de decir que son los inventores de esta tortita de crustáceo. A mí, más que nada, me parece que ellos son quienes lo han hecho popular y ahora, nada más llega la temporada, los lugareños tanto por nacimiento como por adopción residencial, nos volcamos hacia el crustáceo azulado nativo de la bahía del Chesapeake. Claro que está que poco a poco he ido aprendiendo del producto y probado cada que llega el momento del año y ahora hasta me aventuro a preparar mi propias mezclas. Para nosotros en casa, esta es la receta que más nos ha gustado y que no es para nada difícil.
Utensilios
- Charola de horno
Ingredientes
- 225 g carne de cangrejo
- 1 huevo
- 5 g salsa inglesa tipo Worcestershire
- 15 g mostaza de Dijon
- 15 g mayonesa
- 1/2 limón siciliano (amarillo), el jugo
- 15 g mantequilla , derretida
- 3 ramitas perejil, hojas picadas finamente
- 1/2 chalota, picada finamente
- 25 g panko o pan molido
- 15 g Old Bay
Preparación
- En un tazón grande combina todos los ingredientes hasta que se incorporen.
- En una charola forrada con papel para hornear (estrella) porciona la mezcla en unas 8 a 10 piezas aproximadamente.
- En el horno precalentado a 190 °C/375 °F hornea por unos 15 minutos. Si tu horno tiene la funcionalidad de "broil" puedes ponerlos unos dos minutos más de cada lado y quedarán más doraditos. Si prefieres freírlos al sartén, también puedes hacerlo.
- Utiliza un poco más de sazonador tipo Old Bay para espolvorear por arriba.