Andar en autobús antes de llegar a la capital gala como su residente no era nada común para mi y de hecho, lo aprendí lento, pero este viaje, creo que es el mejor de la vida.
El invierno parisino es más frío que el de la mayoría de las zonas de México. Por tanto, a partir de noviembre y hasta marzo la ropa y la gente cambia.
Una reflexión en pleno verano dados los comentarios y aventuras compartidas por varios de nuestros visitantes en lo que respecta a la ciudad y sus residentes.